Magaly Solier, nació en 1986 en Palmalloyc, Anta, Ayacucho. Aprendió a cantar de su madre, en 2003, a los 17 años ganó el Festival de la canción ayacuchana buscando nuevos valores, logró que repitió al año siguiente. Un encuentro casual fue lo que la lanzó a su carrera de actriz.
En 2004 estaba en la plaza de armas de Luricocha vendiendo comida para recaudar fondos para su viaje de promoción, se le acercó la cineasta Claudia Llosa y le preguntó si quera actuar en una película. Aceptó su propuesta a pesar de que nunca había ido al cine. LLosa la hizo protagonista de su ópera prima “Madeinusa” estrenada en 2006. La actuación de Magaly como una tímida adolescente quechuahablante la hizo ganadora de el Premio a Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Cartajena y en el Festival de Cine Iberoamericano de Montreal.
En 2017 la UNESCO la nombró Artista para la paz en reconocimiento por su trabajo de la promoción del quechua, la credencial fue entregada en una ceremonia realizada en Vilcashuamán, Ayacucho, en el marco del 3er Festival Internacional de Música de Alturas (FIMA) que se clausuró con un concierto apoyado también por la UNESCO y en la que participó la cantante. De esta presentación grabada en vivo, acompañada por Federico Tarazona en el charango escuchemos Tambobambino, un conocido carnaval de Tambobamba, Apurímac recopilado por José María Arguedas.
En 2007 Llosa produjo la “Teta Asustada”, protagonizada otra vez por Magaly, que ganó el Oso de oro en el Festival de Cine de Berlín en 2009. En su presentación Magaly habló y cantó en quechua, era la primera vez que se escuchaba este idioma en la berlinale. También fue galardonada como Mejor Actriz en los Festivales Internacionales de Guadalajara y Lima. Desde entonces ha actuado en 25 películas y sigue ganando premios.
Recientemente en el Festival Internacional Love is folly de Bulgaria, por su rol en “La santa de la imposible” por el director suizo Mark Raymond Wilkins. A su vuelta del festival de Berlín publicó su primer disco “Warmi”, con voz y composiciones suyas, todas en quechua ganó el premio Luces como Mejor disco fusión del año. El disco cuenta las historias entrelazadas de 5 mujeres campesinas. En el primer tema conoceremos a Citaray, una madre que ha perdido a su hijo en la época del terrorismo y para no sentir su ausencia vive como si él estuviera presente.
Su segundo disco “Qoqa Quintucha”, un homenaje a Ayacucho, combina canciones antiguas en el quechua histórico con dos composiciones suyas. Sunjunchallaymi y Jarawi, el último es una muestra vocal del estilo que le enseñó su madre.
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