Empecemos con el significado más claro del género, VERISMO es la preferencia artística del tema cotidiano contemporáneo en lugar de lo heroico o legendario, en el arte y la literatura; es una forma de realismo que surgió en Italia a fines del siglo XIX y principios del XX. La palabra proviene del latín verus (verdadero). örhänge tatueringstudio nike free x metcon 2 vs metcon 5 pyjama jaune femme ציפוי מגנטי לדלתות elac debut s10 2 subwoofer review can you connect usb microphone to soubd card спален комплект 100 памук цветенца can you connect usb microphone to soubd card מייבש כביסה פיילוט pd85cgl marilyn monroe wallet phone case guarnitura kcnc mtb gfuel shirt gopro quicktime for windows 8 btwin dh מזוודות קשיחות קופון
Se dice que el VERISMO representa una reacción anti wagneriana, utilizando temas populares, rurales, contemporáneos de la época; se dice también que su estructura rompe con los temas históricos y románticos, que los protagonistas son más bien de origen humilde y que no hay un claro protagonista, pues todos los personajes tienen una carga dramática similar. Las óperas veristas relatan las pasiones más primarias del ser humano. La música está al servicio de la representación. Suele haber una primacía del recitativo sobre los momentos más líricos y un canto espontáneo, a veces descontrolado. Las voces deben tener un timbre metálico: voces dramáticas y hay una tendencia a transferir a la orquesta momentos del discurso.
El verismo musical tiene su origen en Italia en 1890 con la primera representación de Cavallería Rusticana de Pietro Mascagni, ópera que inaugura el verismo, rechazando personajes históricos y nobles para darle voz al mundo rural.
Vocalmente se sitúa entre la declamación hablada y una gran expresividad. Es una historia de amor, celos y muerte ambientada en una aldea de Sicilia que dibuja una sociedad cerrada, con valores fuertemente arraigados en la religión. Incorpora melodías folclóricas y el coro recupera su misión de representante del pueblo.
Mira una explicación corta de esta ópera: https://www.youtube.com/watch?v=simooQbmcKk
A partir de esta ópera y de su autor surgen otros que tienen que ver en algunas cosas y en otras no, pero que también han sido enmarcados en el verismo como Ruggiero Leoncavallo, Francesco Cilea, Umberto Giordano, y Giacomo Puccini, entre los más destacados.
Disfruta el aria “Mamma, quel vino è generoso” de la Cavalleria Rusticana en la voz de Jonas Kaufmann
PAGLIACI de Ruggero Leoncavallo, fue estrenada con gran éxito en 1892 con libreto del propio autor. Se suele representar junto a Cavalleria Rusticana, debido a la corta duración de ambas y sus nexos estilísticos. Su particularidad es que hace uso del teatro dentro del teatro y, además, hay una presencia de la Comedia dell’arte.
Se disuelve la frontera entre teatro y realidad. Es una historia de celos, pasión y muerte. Los coros y números de conjunto se usan para representar escenas de la vida cotidiana.
ANDREA CHENIER es una ópera verista de ambiente histórico con música de Umberto Giordano y libreto en italiano de Luigi Illica, basada libremente en la vida del poeta francés André Chénier, quien fue ejecutado durante la Revolución Francesa. Estrenada en La Scala de Milán el 28 de marzo de 1896, en la actualidad es la ópera más famosa de su compositor y es uno de los ejemplos de un verismo más aristocrático, con las mismas características antes apuntadas, sin ceder un ápice de su intensidad dramática, pero trasladado a escenarios más refinados y sofisticados. Su argumento contiene una crítica del abuso del poder de la propia revolución, porque es el pueblo quien siempre paga las consecuencias. La música es de gran riqueza melódica, con gran cantidad de temas. La orquesta ilustra eficazmente la acción escénica.
ADRIANA LECOUVREUR, esta ópera de Francesco Cilea representa un verismo más elegante, influido por un cierto espíritu belcantista. El libreto es de Arturo Colautti, quien se inspiró en un drama de Scribe y Legouvé sobre amor, pasión, política y muerte entorno a la diva de la comedia francesa Adriana Lecouvreur, que murió en extrañas circunstancias en 1730. Esta ópera fue estrenada en el Teatro Lírico de Milán en 1902 cantada por Enrico Caruso y Angelica Pandolfini y combina sabiamente los ideales del belcanto con las necesidades expresivas del incipiente siglo XX.
Y llegamos a las óperas de Giacomo Puccini que dan al verismo modernidad escénica, no tanto por una preocupación teatral, sino más bien por un sagaz entendimiento de la sensibilidad del público. Puccini es un melodista extraordinario, y su triunfo es asegurado por una intuición extraordinaria rellena de ternura espontánea.
Puccini tomó de la ópera francesa y, en particular, de Georges Bizet y de Jules Massenet, el cuidado por el color local e histórico, elemento no propio de la tradición operística italiana. La reconstrucción musical del ambiente constituye un aspecto de relieve en todas las partituras de Puccini: de la China en Turandot, del Japón en Madama Butterfly, del Far West norteamericano en La fanciulla del West, de París en Manon Lescaut, La Bohème, La Rondine e Il Tabarro; de la Roma papal en Tosca; de la Florencia del siglo XIII en Gianni Schicchi o del convento del siglo XVII en Suor Angelica.
De las únicamente 12 óperas que compuso Puccini reseñamos las más representadas universalmente son:
Manon Lescaut que significó el primer gran triunfo de Giacomo Puccini, una ópera basada en la obra del Abate Prévost, con claras influencias wagnerianas, declaradas por el mismo compositor, donde la orquesta dialoga con los protagonistas en escena subrayando sus sentimientos, aunque dotada de un flujo melódico interminable e inspirado, que refleja esa historia de degradación moral, que en Puccini nunca eclipsa el amor absoluto. Los temas se repiten cosiendo poco a poco el drama con Leitmotive desde el inicio al trágico final. Esta ópera inició la colaboración fundamental de Puccini con los libretistas Luigi Illica y Giuseppe Giacosa.
La Bohème (https://blog.filarmonia.org/2022/08/30/henry-murger-la-boheme-y-puccini/) es la obra más bella y a la vez más convincente de Puccini, con un equilibrio muy logrado en todos sus aspectos, empezando por un libreto excelente que mezcla comedia y drama, pasando por la perfecta definición musical de los personajes y sus diferentes relaciones y emociones, hasta llegar a una de las mejores muertes en la ópera. Está basada en la novela de Henri Murger Scènes de la vie de Bohème, y es un ejemplo de síntesis dramatúrgica, estructurada en cuatro «cuadros».
Tosca, basada en el melodrama de Victorien Sardou, que Puccini vio a través de la actuación de la gran Sarah Bernhardt, es considerada una de las óperas más representativas del repertorio verista italiano, por su intensidad dramática y por contener algunas de las arias más bellas del repertorio. El argumento combina amor, intriga, violencia, pasión y muerte.
Es así como, los grandes compositores acercan al público el género, creando identificación con las escenas que representan. Escucha nuestra programación diaria para conocer más de música clásica.